top of page

Diario Hipermedial

Nilce Torres Montaño

El saber, la espiritualidad, la disciplina, la instrucción, la libertad, la autonomía y la experiencia son dimensiones de la formación humana que el docente debe incluir en su proceso de enseñanza aprendizaje.

Inicio

El poema... Yo.

Nilce novelista navegante; nace, narra, nutre noblezas, no negando naturales nubarrones
Servicios
Contacto
Amistad

MANIFIESTO, LA EDUCACIÓN PARA LA PAZ Y LA CONVIVENCIA

Hoy hago una mirada al pasado cuando decidí ser maestra, no fue una decisión tomada al azar, el ejemplo de mis maestros y el gusto por enseñar me llevaron a formarme como docente, la profesión más hermosa que pude tomar. Enseñar no es transferir conocimiento, es pensar acertadamente, es contribuir para que el niño sea artífice de su formación con la ayuda del profesor. El maestro por su parte ejerce su oficio con alegría y con la esperanza de que sus métodos le sirvan para que juntos puedan aprender, enseñar, inquietarse, producir conocimiento y resistir a los obstáculos que se oponen a esa alegría.

​

Es fundamental un sistema de evaluación crítica que esté orientado a mejora de la práctica docente, para ello el maestro reconoce con humildad el equívoco y acepta el cambio; esta es una tarea difícil, ir más allá de nuestros egos, hacer una real autoevaluación y un autorreconocimiento para generar cambios. Un ejemplo de esto puede ser un educador no ético que rompe la decencia y transgrede la naturaleza humana del otro, es necesario respetar la autonomía, la dignidad y la identidad del estudiante y no imponer una voluntad arrogante del maestro (es difícil pero importante que el maestro reconozca su arrogancia). En este sentido de la eticidad interviene el educador y el educando para cambiar el mundo y la historia, para cambiar la realidad y esto lo hace a través del estudio, de la problematización del futuro y la comprensión de la naturaleza humana, de la comprensión de la vida social.   

​

En mi entorno puedo identificar que, a pesar de las falencias en las políticas educativas, los maestros luchamos día a día por la formación de nuestros estudiantes, una lucha en ocasiones solitaria, pero lucha en sí, por una mejor Colombia, por la paz que tanto nos hace falta, una lucha por niños, niñas y jóvenes y por sus familias, porque su formación sea lo mejor posible para poder enfrentar el futuro, porque no reine la desesperanza, por lograr esos sueños que tal vez ven lejanos.

​

Conociendo estas circunstancias educativas actuales me llama la atención saber más de la formación ¿Cómo aprenden los estudiantes?, ¿Cómo influye el entorno familiar en el rendimiento académico?, ¿Cómo emplean los estudiantes los recursos tecnológicos para aprender?, ¿Cómo influyen las redes sociales en el comportamiento escolar?, ¿Cómo quieren aprender los estudiantes?, ¿Qué quieren aprender?, ¿Cómo apropiarse de las habilidades del siglo XXI para obtener mejores resultados académicos? En fin, la nueva realidad evoca un nuevo comienzo, una educación diferente y un modo de ver la vida con más conciencia de la naturaleza humana, de velar por nuestro planeta y de vivir en cordialidad y en paz con nuestros congéneres, no solo impartir conocimientos, sino enamorar a nuestros estudiantes del saber y de querer conocer mucho más de aquí y el ahora.

micro

Microhistoria

El miedo social existe cuando nos exponemos a un estímulo externo. En el caso de los niños es importante ponernos en su lugar y explicarles que es normal en ciertas situaciones.

​

Los padres no deben asustar a los niños con monstruos, fantasmas o locos. Así mismo, debe existir una comunicación asertiva con los estudiantes y no utilizar palabras negativas que puedan hacerlos sentir inseguros.

Escultura de mano 3D
bottom of page